Mi corazón repartido por todo el mundo

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Gil Alejandro Jiménez Romero

Gil Jiménez Romero

Desperté de un sueño que me entumecía por las preocupaciones del día a día, cuestionándome a mi mismo el por qué de estar dormido. Desaturdirme fue un golpe duro para mi mente pues no había dado con la realidad y mi inquietud aumentó a medida que despertaba, veía vacío el espacio a mi alrededor así descubrí lo solo que se sentía, me pregunté a mí mismo qué sucedía y así mi mente respondió; estas solo amigo mío ya no hay amistades a tu alrededor, tu generación ya no está se han ido por un buscar un futuro mejor, tu mejor amigo encontró el amor e hizo una vida muy lejos de acá, aquella amiga íntima que te acompañaba en tus días de júbilo ya no podrá estar para celebrarlos, ese compañero y jefe tiene un niño se ha ido a darle una vida digna, esos amores de infancia están lejos e hicieron una vida.

Aquel amor que consideraste el primero está luchando por su familia, no te has dado cuenta, ha cambiado tu espacio y el vacío que sientes es que los que eran parte de tu vida ya no están o están lejos, en ese momento ese entumecimiento que sentí se convirtió en un desasosiego y me llegaron recuerdos que me hacían sentir bien y mucho dolor al mismo tiempo me decían que he vivido pero la vida la tengo lejos.

Aquellos abrazos que tuve algún día, aquellos labios que besé con desespero, aquellas sonrisas que me llenaban de alegría ahora me torturaban y me hacían preguntarme qué estaba haciendo con mi vida a dónde se la habían llevado y quién había sido el ladrón, aquel señor de traje y corbata nos había separado pero no solo a mi muchas familias llorando, sabiendo que ese vacío era un espacio muy grande que nadie podría llenar, Entonces me dije debes continuar con tu vida tus allegados cuentan contigo.

Entendí que ese amuleto llamado recuerdos está cubierto de filosas tachuelas y afables recuerdos que conforme caminaba alegraban de la misma medida que me herían, en ese momento entendí el gran vacío ese espacio que nadie podría llenar comprendí que mis próximos recuerdos con esas personas que alguna vez amé y quise e incluso con las que compartí alguna sonrisa solo serían a través de una aparato un mensaje o tan solo un sonido, esos lugares que supe que al irme me dolerán de la misma manera y me agregarán a ese amuleto esos recuerdos que tanto duelen y llenan, en ese momento salí del lugar de donde me encontraba con una lágrima en mis ojos paseando por las calles que me vieron nacer y crecer, ese amuleto me profesaba dolor con recuerdos a cada paso que daba.

Aquella institución donde aprendí tanto a sumar como a ser humano estaba desolado ya las sonrisas no estaban, aquel centro de juegos en el que compartí tanto con mis amigos vacío y sin vida ni un atisbo de juventud en sus cercanías.

Aquel bazar en el cual probé mis primeros dulces cerrado y seco, un dolor intenso me embargo, tan preocupado por la situación tan ignorante del destino al que nos habían llevado todas esas preocupaciones me tenían sin sentir, ahora mismo siento que el corazón me lo han sacado de tajo que ya no está en ningún lado y en todos lados a la vez, que hacer con este vacío como llenarlo, imposible como intentar juntar las piezas de un imán que se hizo añicos por mucho que intentes repararlo las piezas ya están lejos y no pueden juntarse aunque el imán pueda verse bien las piezas ya nunca más encajaran así quedo Venezuela, mi corazón repartido por todo el mundo.

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