Comerciantes imponen precios ante la falta de fiscalización en Tucupita

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Propietarios de establecimientos y comercios afiliados al sistema biopago hacen sus fiestas de fin de año con los precios de los productos básicos debido al pago del petroaguinaldo ordenado por el gobierno de Nicolás Maduro. Según los usuarios, los productos son aumentados cada cinco horas por los comerciantes y expendedores de los locales autorizados para canjear el petroaguinaldo en la ciudad.

“El kilo de pollo para la mañana de ayer estaba en 110.000 bolívares, pero en la tarde ya costaba 125.000 bolívares; para hoy, 31 de diciembre, el kilo de pollo amaneció en 149.000 bolívares. Igual sucede con la harina de trigo, el azúcar y los refrescos, que aumentan indiscriminadamente y las autoridades brillan por su ausencia”, señaló una usuaria que se identificó como Betsabé, que además se dedicó a verificar los precios de los productos en diferentes comercios donde se desarrolla el intercambio del medio petro por productos alimenticios.

Mientras tanto, los consumidores continúan abarrotando los locales y establecimientos con la finalidad de hacer compras de fin de año con el medio petro. Las denuncias de presuntas irregularidades son múltiples. Por ejemplo, la señora Vicenta Reinosa señaló ante el equipo de El Pitazo la estafa vivida en un establecimiento de origen colombiano. Allí, indica la denunciante, le canjearon un combo de productos alimenticios (de esos preparados con antelación por los mismos establecimientos) y le descontaron todo el medio petro.

Este medio de comunicación tuvo acceso al establecimiento comercial denominado Dulce Vida, lugar donde constató el alza de los productos de primera necesidad, tales como la harina de trigo, que tenía el precio de 71.800 bolívares; de igual forma, el kilo de azúcar, que costaba en la tarde de ayer 59.000 bolívares, para hoy, 31 de diciembre, amaneció en 71.800 bolívares.

Mientras tanto, las autoridades de fiscalización y supervisión se mantienen sordas, mudas y ciegas ante los incrementos desconsiderados en los precios de los productos que se pagan con el petroaguinaldo. “Este es un pueblo sin ley, no tenemos autoridades. La alcaldesa Loa Tamaronis se encuentra desaparecida mientras que los comerciantes estafan descaradamente al pueblo”, concluyó José Hilario González, adulto mayor.

El Pitazo/Melquiades Ávila

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