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Tucupita. Cada domingo de resurrección en todas las regiones del país sigue vigente la quema de Judas Iscariote, siendo una idiosincrasia del venezolano de metafóricamente castigar a algún personaje público, por sus faltas contra el pueblo o como algunos lo llaman “su traición”.

Los personajes políticos suelen ser los más representativos como el exhibido ayer en una caravana por la avenida principal de San Rafael. Un muñeco de trapos, vestidos con una franela roja identificada con el logotipo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Algunos vecinos manifestaban que se trataban del presidente Nicolás Maduro, quien no ha hecho nada para solventar la crisis del pueblo venezolano.

En otros lugares de la ciudad se pudo observar otro muñeco que permanecía en la avenida Argimiro García de Espinoza, a la altura del Parque Central. También personificaba al mandatario. Su rostro tenía una foto del presidente Nicolás Maduro, a quien la comunidad le reclamaba por la escasez de alimentos y medicinas.

Roberto Morales, residente de El Cafetal, señaló que realizan la quema porque es tradición todos los domingos de resurrección. Tienen 12 años celebrándola y en ocasiones anteriores disfrazaban al expresidente Chávez, a Lizeta, a Emery, y a la misma Yelitze Santaella.

Asimismo, el ex luchado olímpico, Elías Marcano, destacó que “de esta manera, nosotros los deltanos le reclamamos al presidente porque no hay alimentos, no hay medicinas, pasamos mucho trabajo haciendo colas, ya no aguantamos esta dictadura”, dijo.

Origen de la tradición

En Venezuela la tradición de la quema de Judas, tiene varios años. Aunque se practica con mayor fuerza en los pueblos venezolanos, las capitales también han adoptado esta para formular sus reclamos.

Se dice que la tradición inició en Cumaná, en 1499. En esta oportunidad fue representado por Américo Vespusio, por haber engañado a los indígenas con espejitos y barajitas a cambio de oro y perlas. También hizo que le construyeran la embarcación a bordo de la cual se fue y nunca regresó.

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