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El indígena warao, Diomar Marcano, con residencia en isla de Guara, zona limítrofe de los estados Monagas y Delta Amacuro, denunció el fallecimiento de su pequeña hija de cuatro años. La niña, identificada como Andreina Marcano, ingresó al Hospital Luis Razetti de Tucupita, luego con fuertes dolores abdominales.

Diomar cuenta que los médicos le detectaron envenenamiento, posiblemente por el consumo de yuca amarga “me dijeron que en el hospital no había el tratamiento y me entregaron una receta, no pude encontrar el medicamento y mi hija murió sin medicina” relató.

El hecho ocurrió el pasado 11 de marzo, cuando la menor warao sintió los síntomas del envenenamiento con fuertes dolores abdominales, vómitos y contracciones musculares que ameritaron trasladarla hasta el Razetti.
En paralelo a la muerte de esta pequeña, la dirigencia warao de la zona sigue denunciando la aguda crisis de desabastecimiento de medicina que atraviesan las comunidades warao.

Los hospitales de mayor estructura como la Hermana Isabel de San Francisco de Guayo, el Hospital Luis Gómez de Nabasanuka, el Centro Ambulatorio de Curiapo; todos clasificados como hospital tipo III, se mantienen totalmente desguarnecidos por la falta de medicina.
“Los waraos mueren de mengua, ni siquiera para atender una picadura de insectos hay en los hospitales, ni mucho menos para controlar las enfermedades endémicas como la diarrea, la fiebre y menos las enfermedades como el paludismo, la fiebre amarilla” señaló Enrique Moraleda de Nabasanuka.

El equipo del Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé, se hizo ´presente en el Centro de Diagnóstico Integral Raúl Maza, ubicado en la parroquia Antonio José de Sucre, municipio Tucupita, donde se constató la falta absoluta de medicina.

KAPÉ KAPÉ

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